Climatización y Aire Acondicionado

Especialistas en climatización, nos encargamos de crear las condiciones de temperatura, humedad y limpieza del aire adecuadas para la comodidad dentro de los edificios.


Nos adaptamos a sus necesidades de climatización en calefacción, o climatización de invierno, y en refrigeración o climatización de verano.

El acondicionamiento de aire es el proceso más completo de tratamiento del aire ambiente de los locales habitados; consiste en regular las condiciones en cuanto a la temperatura (calefacción o refrigeración), humedad, limpieza (renovación, filtrado) y el movimiento del aire dentro de los locales. Si no se trata la humedad, sino solamente de la temperatura, podría llamarse climatización.

Entre los sistemas de acondicionamiento se cuentan los autónomos y los centralizados. Los primeros producen el calor o el frío y tratan el aire (aunque a menudo no del todo). Los segundos tienen un/unos acondicionador/es que solamente tratan el aire y obtienen la energía térmica (calor o frío) de un sistema centralizado. En este último caso, la producción de calor suele confiarse a calderas que funcionan con combustibles. La de frío a máquinas frigoríficas, que funcionan por compresión o por absorción y llevan el frío producido mediante sistemas de refrigeración.

La expresión aire acondicionado suele referirse a la refrigeración, pero no es correcto, puesto que también debe referirse a la calefacción, siempre que se traten (acondicionen) todos o algunos de los parámetros del aire de la atmósfera. Lo que ocurre es que el más importante que trata el aire acondicionado, la humedad del aire, no ha tenido importancia en la calefacción, puesto que casi toda la humedad necesaria cuando se calienta el aire, se añade de modo natural por los procesos de respiración y transpiración de las personas. De ahí que cuando se inventaron máquinas capaces de refrigerar, hubiera necesidad de crear sistemas que redujesen también la humedad ambiente.

En numerosas ocasiones es necesaria la renovación del aire del interior de una edificación mediante extracción o inyección de aire, a este proceso se le denomina ventilación y tiene como finalidades:

  • Asegurar la renovación del aire respirable.
  • Asegurar la salubridad del aire, tanto el control de la humedad, concentraciones de gases o partículas en suspensión.
  • Luchar contra los humos en caso de incendio.
  • Bajar las concentraciones de gases o partículas a niveles adecuados para el funcionamiento de maquinaria o instalaciones.
  • Proteger determinadas áreas de patógenos que puedan penetrar vía aire.
  • Colaborar en el acondicionamiento térmico del edificio.